Ser y nacer indígena en Lima (PRIMERA PARTE)
Conversamos con tres generaciones de shipibos de Cantagallo sobre su identidad y vida en la comunidad que lucha por la reubicación prometida.
Crónica por Untérmino
Las primeras y primeros shipibos que llegaron a Cantagallo recibieron un pasaje sin retorno. Era el año 2000 y la Marcha de los Cuatro Suyos contra la dictadura de Fujimori necesitaba la representación diversa del hasta ahora mal reconocido país plurinacional. Fueron 15 las familias que recibieron pasajes e invitaciones formales de parte del candidato Alejandro Toledo para sumarse a las movilizaciones. Desde sus comunidades en Ucayali viajaron por río y por tierra hasta la vasta ciudad en medio del desierto. La movilización fue exitosa y un año después el candidato era ya el nuevo presidente de la república, pero las familias no habían retornado a su tierra, no encontraban trabajo ni hospedaje. Luego de que tocaron muchas veces la puerta, la entonces primera dama Eliane Karp les propuso ir a un espacio ferial en el margen del río Rímac, propiedad del ministerio de Transportes y Comunicaciones, sin construcción ni servicios básicos y que había servido como relleno sanitario. Contunuar leyendo